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Pensamientos Peregrinos

Transitar

Los Arcos, tercer día

Los Arcos, tercer día El tercer día del camino es, probablemente, uno de los más dificiles, al menos para mí lo fue. Tras el exultante optimismo de ayer, andando dos etapas, hoy de visita al centro de salud para curar los pies. Nuestros pies nos soportan durante toda la vida, nos llevan y nos traen y no les dedicamos la atención que se merecen. No eran sólo los pies los doloridos también mi orgullo. Ayer dueño del camino, hoy peregrino sin caminar. El abandono asalta mi mente y soy consciente de que si continúo no llegaré el día previsto. Es un día gris y amargo. Sólo hago una foto en todo el día a la torre de la iglesia. Me corto el pelo. Todo un día vagando por Los Arcos. Una peregrina me dice que así ya no llego a Santiago. En mi cara se mezcla indignación y desafío. En este día para mí empieza de nuevo el camino con un objetivo: llegar a Santiago; y sin una obsesión: da igual que no sea el 25 de Julio, no fijo día para la llegada. Todos los días del camino son metáforas de la vida y el que hoy describo fue una cura de humildad.

De Puente la Reina a Los Arcos pasando por Estella

De Puente la Reina a Los Arcos pasando por Estella 8 de Julio. Me levanto temprano, 06:00 h, más por el alboroto de los vecinos de cama que por mi natural despertar. El día me parece estupendo, las fuerzas intactas, la obsesión por llegar a Santiago el día 25 se mantiene en mi mente. Salgo del Albergue y mi andar es decidido. Primera foto en la puerta de la iglesia de Puente la Reina y, cómo no, la segunda con una buena panorámica de Puente la Reina. Aquí me olvido el bordón, por primera vez, después de la foto continúo en animada charla con un grupo que hemos formado haciéndonos las fotos en el puente. Al poco caigo en la cuenta de mi olvido y desando los pasos para volver a recoger mi bordón. No será ésta la única vez que me ocurra a lo largo del camino. Una vez recuperado el bordón reanudo la marcha, con paso rápido, voy adelantando uno tras otro a todos los peregrinos que veo, me siento exultante pienso que los demás no se han preparado como yo. Las obras de la futura autovía nos obligan a dar un rodeo con una buena cuesta. En un suspiro llego a Mañeru, Cirauqui llega enseguida y el camino se hace fácil. Mi ritmo es muy superior a los peregrinos que encuentro. En estas estoy cuando alcanzo a Tamimunt, con quien camino un buen trecho, su ritmo es alto y caminamos agusto, no habla castellano y chapurreamos inglés. Llegamos a Lorca, Tamimunt encuentra a unos conocidos en la plaza y se detiene con ellos; yo decido buscar un sitio donde almorzar y nos despedimo. A la salida de Lorca en una tienda-bar, doy cuenta de un buen almuerzo. Tras la pausa continúo la marcha. El camino está lleno de peregrinos y los voy saludando al pasar. Cerca de Estella una nueva sorpresa peregrina: un vehículo de ayuda al peregrino de la Comunidad de Navarra. Me paro a saludar y me ofrecen agua que acepto con agrado. Están vendando la rodilla de una peregrina. Mi ánimo está por los cielos. Reemprendo el caminar y alcanzo a un peregrino que coge mi ritmo; es profesor y va con un grupo de amigos haciendo el camino, pero no de albergues sino de hotel, que es otra forma de hacerlo. Con él converso hasta la llegada a Estella la Bella. Hora de comer. El albergue está más que completo. Tras el sello de rigor pienso en la comida y me da por visitar una tienda típica de pueblo en al que venden de todo. El buen tendero me prepara un estupendo bocadillo con la consiguiente bolsa de fruta y compro pinzas. Me dirijo a la plaza y doy cuenta de la comida. En eso que Tamimunt me alcanza, de su mochila saca un infiernillo y café soluble y me ofrece un café, era lo único que faltaba para una buena comida. En la charla comentamos lo temprano de la hora para dejar de caminar y decidimos continuar hasta Los Arcos: dos etapas en una. Así pronto alcanzaré el ritmo que había marcado para llegar el día 25. A la salida de Estella, Ayegui y desde allí decidimos, más por empeño mío que por idea de Tamimunt, coger la senda de Irache. Visitamos la Fuente del Vino y hacemos caso del refrán. Visitamos el Monasterio de Irache y continuamos por la falda de Montejurra y seguimos una senda marcada, que nos aleja del camino que indican nuestras guías, y nos adentra en un precioso bosque. Tras un buen rato, llegamos a Luquin, que no figura los mapas del camino pero en la señal a la entrada del pueblo se cita como parte del camino. Un hombre del lugar nos explica que siempre ha sido éste el camino y que ahora aparece por Villamayor. Recobramos fuerzas comiendo algo de fruta y nos ponemos al sol. La temperatura ha bajado y echamos manos de las cazadoras. Aún nos queda un buen trecho hasta Los Arcos y van a ser las seis de la tarde. Reemprendemos la marcha, el cansancio hace que nuestro ritmo no sea tan alto, la conversación es muy agradable y reimos mucho, pistas, campos, soledad. A esta hora ya no encontramos peregrinos en el camino, eso me hace disfrutar más si cabe de este momento. Este tramo es la primera prueba de soledad, son casi tres horas hasta llegar a Los Arcos, varias veces cremos que tras el siguiente recodo estara el pueblo pero no es así. Por fin Los Arcos. Fin de etapa. Me siento cansado pero orgulloso. Decido hospedarme en el Hostal. Estoy muy cansado para compartir habitación y ducha y quiero soledad y un baño para mí. Tamimunt me comenta que no puede permitírselo. Me acompaña al Hostal y tras dejar mis bártulos, la acompaño al refugio y aquí nos volvemos a despedir: ¡Buen Camino! Llego al Hostal y me siento agotado y feliz. Comparto mi felicidad por teléfono. Una buena ducha y a cenar. Pero tras la ducha veo el estado de mis pies. El cuerpo tiene sus límites y hoy he sobrepasado uno de ellos. Los dos pies están hinchados y con algunas ampollas, pero el derecho tiene una ampolla del tamaño de un huevo de codorniz en el talón. Reparo con parches mis pies y me acerco al refugio a ver si pueden curarme el talón. Allí no me curan y el centro de salud está cerrado. Tampoco encuentro sitio alguno donde cenar, en fin mañana sera otro día...

7 de Julio San Fermín

7 de Julio San Fermín De San Fermín a Santiago, de 7 de Julio a 25 de Julio, tal era el plan. El caminar se hace andando no con fechas señaladas; éste es el único momento especial, el presente.
7 de Julio de 2004. Primera etapa: Pamplona-Puente la Reina. Salgo de Zaragoza en el Talgo de media mañana, llego a Pamplona al mediodía y al bajar del tren ya soy peregrino, tanto como los millones que durante siglos han sido. Me adentro en la Pamplona de San Fermín, algunos pamplonicas bien intencionados me muestran el camino al albergue, sólo busco el sello que atestigue el inicio del camino. Una vez obtenido, busco la salida de la ciudad y el contacto con los signos del camino, a poco se muestra la figura del refugio de la orden de Malta en Cizur Menor, la silueta del Alto del Perdón ya está en nuestro horizonte. Primer día: fuerzas de sobra y prisa en los pies. Asciendo el Alto del Perdón como si fuese una carrera, mi caminar es rápido, adelanto algunos peregrinos, converso con un maratoniano madrileño al que acompaña su mujer y prosigo con mi ritmo. Uterga, un camión de venta ambulante está en la carretera atendiendo a las señoras del pueblo. Me acerco y compro nectarinas (otro detalle de atención al peregrino, me dejan pasar no guardo turno), me acerco a la fuente del pueblo y, por cierto, aún no había comido y pasaban de las cuatro. Me alcanzan el madrileño y su esposa a los que convido a fruta; charlamos un rato y reanudamos el camino, más pausado ahora. Y disfrutando de la conversación del matrimonio llegamos a Muruzabal y de allí en un suspiro a Obanos, en cuya plaza ya están preparando el escenario para la representación del Misterio de Obanos. Se acerca uno de los momentos mágicos del camino: decido desviarme al camino Aragonés y visitar la Ermita de Nuestra Señora de Eunate. Había leído acerca del lugar pero su presencia, su luz trasmiten algo especial. La visito con deleite. Reanudo la marcha y llego a Puente la Reina «donde todos los caminos se hacen uno».Busco alojamiento en el refugio privado y me enfrento con las primeras pruebas personales, ¿cómo ducharse con una toalla de saltador de trampolín sin dejar la cámara, la cartera y el teléfono en la mochila? La convivencia con gentes de cualquier sitio, dejar a un lado las comodidades para compartir... Ceno en la calle Mayor de Puente la Reina, mi primer menú de peregrino, y me retiro al refugio. Aún no estoy habituado al horario peregrino y las seis de la mañana se me antoja muy temprano para levantarme. Hace tiempo que no duermo en un sitio con tanta gente, hay que compartir.

Mis soledades -Lope de Vega-

A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque andar conmigo
me bastan mis pensamientos.
¡No sé que tiene la aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo
no puedo venir más lejos!.
Ni estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento
que un hombre que todo es alma
está cautivo en su cuerpo.
Entiendo lo que me basta,
y solamente no entiendo
cómo se sufre a sí mismo
un ignorante soberbio.
De cuantas cosas me cansan,
fácilmente me defiendo;
Pero no puedo guardarme
de los peligros de un necio.
.../...
Fea pintan a la envidia ,
yo confieso que la tengo
de unos hombres que no saben
quién vive pared en medio.
Sin libros y sin papeles,
sin tratos, cuentas ni cuentos,
cuando quieren escribir
piden prestado el tintero.
Sin ser pobres ni ser ricos,
tienen chimenea y huerto;
no los despiertan cuidados,
ni pretensiones , ni pleitos.
Ni murmuraron del grande,
ni ofendieron al pequeño;
nunca , como yo, afirmaron
parabién, ni pascua dieron.
Con esta envidia que digo
y lo que paso en silencio,
a mis soledades voy,
de mis soledades vengo.

"Gratis lo recibís dadlo gratis"

"Gratis lo recibís dadlo gratis" (Mt 10,8b)

"Las cuatro libertades. La 0 es la de usar el programa. La 1 la de estudiarlo y adaptarlo a tus necesidades. La 2 es la de ayudar al prójimo a usarlo regalándole copias del programa y la 3 es la de participar en crear la lengua universal del ciberespacio publicando una versión mejorada y, por supuesto, gratuita del programa en beneficio de todos" R. Stallman

Ética y empresa.

Creo que una buena actuación ética es, al mismo tiempo, una buena actuación profesional. La ética descubre en los hombres algo de más valor que la simple actuación profesional.
La ética empresarial es una exigencia de la persona, cualquiera que sea su trabajo. La ética empresarial supone que sus principios son los mismos que los de la moral general. Si genuinamente se mantiene una preocupación por los empleados (calidad y ambiente, remuneración, sentido de familia, incentivos, seguridad) proporcionándoles "dignidad y respeto", el trabajador estará feliz y motivado para producir calidad. Este estado de ánimo, sentido de felicidad, es en sí una cuestión ética. En muchas empresas inmersas en la competitividad y falta de tiempo para todo, los trabajadores son el "recurso humano". Esto puede al menos interpretarse como sujetos que no son personas sino recursos (con todas las implicaciones éticas que esto conlleve). Estos recursos son atractivos en la medida que cumplan con juventud, dedicación, resultados, identificación con la empresa, esfuerzo que vaya más allá de la estricta responsabilidad, ser capaz de trabajar en equipo, ser agradables, saber de informática y dominar varios idiomas... y, mejor aún, si su costo es "bajo". Una vez que este recurso se ha desgastado --y luego de haber entregado la vida a la empresa (sin olvidar que la familia también vive este proceso)--, puede ser fríamente reemplazado por otro recurso, que sepa de informática, de bajo precio, etc., etc. Este es el comportamiento de las empresas hacia los recursos humanos (personas con familias que dependen de ellos, aspiraciones, necesidades, sentido de dignidad, sueños de justicia) en la mayoría de las empresas que interactúan en un ambiente de competencia y, sin embargo, existen empresas que no dudan en mencionar que las personas son uno de sus principales activos. La ética empresarial, como tal, significa actuar en un ambiente que no sólo procura el más alto respeto y dignidad de sus empleados (personas y nunca recurso), sino que procura que la empresa se presente frente a la sociedad de manera honrada, veraz y honesta, procurando el bien social.

San Silvestre, fin de año.

Un libro que llega a su fin. Alcanzar el fin del camino que emprendimos. Llegar a nuestro destino. Son sensaciones parecidas a la de hoy. Un año se acaba.
Siempre se representa al año viejo como un anciano de luengas barbas y con bastón, frente al bebe del nuevo año, ¡qué alegoría de lo efímero! Hoy, especialmente, siento que no es importante la meta, el llegar al fin, sino el disfrutar del camino, disfrutar consciente y plenamente de lo que estemos haciendo; eso es lo que nos hace llevadero el tránsito por los caminos que elijamos. La meta se nos dará, la alcanzaremos sin esfuerzo si sólo es un objetivo; si se trata de una obsesión difícilmente llegaremos a conseguirla, puesto que su presencia nos impedirá disfrutar del sendero. Fijémonos pues objetivos. Que éstos no se conviertan en obsesiones y dejemos que el tiempo nos guíe. Cuanto más consciente sea nuestro disfrute del momento, del camino, del tránsito, más felices y realizados nos sentiremos. Feliz año nuevo.

Sé realista: Pide lo imposible

Ya tengo llena la cabeza de nuevas y buenas intenciones para el 2005. Es una mezcla de ilusión y de un cierto fatalismo determinista. No sé la razón pero, ahora, creo que parte de nuestro futuro está determinado. Es como si pensara que las cosas sucederán porque tienen que suceder pero, por otra parte, mi razón me dice que soy dueño de mis actos. ¿Seguro? Bien cierto es que no elegimos vivir pero al menos somos libres de decicir cómo vivimos la vida. Pide lo imposible y quizá descubras que es posible. Sed felices.

Carpe diem

Gracias a Angel Petisme Petisblog, descubrí este maravillosos pasaje incluido en su disco de homenaje a Luis Buñuel y al que pone voz Paco Rabal.
« Corta y triste es nuestra vida, y no hay remedio cuando llega el fin del hombre, ni se sabe que nadie haya escapado del hades. Por acaso hemos venido a la existencia, y después de esta vida seremos como si no hubiéramos sido: porque humo es nuestro aliento, y el pensamiento una centella del latido de nuestro corazón.
Extinguido éste, el cuerpo se hace ceniza, y el espíritu se disipa como tenue aire. Nuestro nombre caerá en el olvido con el tiempo, y nadie tendrá memoria de nuestras obras, y pasará nuestra vida como rastro de nube, y se disipará como niebla herida por los rayos del sol que a su calor se desvanece. Pues el paso de una sombra es nuestra vida, y sin retorno es nuestro fin, porque se pone el sello y ya no hay quien salga.
Venid pues y gocemos de los bienes presentes, démonos prisa a disfrutar de todos en nuestra juventud. Hartémonos de ricos generosos vinos, y no se nos escape ninguna flor primaveral. Coronémonos de rosas antes de que se marchiten, no haya prado que no huelle nuestra voluptuosidad. Ninguna de nosotros falte a nuestras orgías, quede por doquier rastro de nuestras liviandades, porque ésta es nuestra porción y nuestra suerte.»

Luis Buñuel se refiere a este pasaje como uno de los más bellos de la Biblia, muy por encima incluso del Cantar de los cantares.
Seamos pues conscientes de lo efímero de nuestra existencia y disfrutemos de cada segundo de nuestra vida como si fuese el ultimo, porque siempre falta lo mismo para morir: un instante. Cuando llegue ese momento que estemos preparados y satisfechos de la vida que hemos elegido vivir, porque no hemos elegido vivir pero si podemos elegir la forma en la que vivimos.
Que disfrutéis del día, al menos, tanto como yo pienso hacerlo.

Carpe diem

Gracias a Angel Petisme Petisblog, descubrí este maravillosos pasaje incluido en su disco de homenaje a Luis Buñuel y al que pone voz Paco Rabal.
« Corta y triste es nuestra vida, y no hay remedio cuando llega el fin del hombre, ni se sabe que nadie haya escapado del hades. Por acaso hemos venido a la existencia, y después de esta vida seremos como si no hubiéramos sido: porque humo es nuestro aliento, y el pensamiento una centella del latido de nuestro corazón.
Extinguido éste, el cuerpo se hace ceniza, y el espíritu se disipa como tenue aire. Nuestro nombre caerá en el olvido con el tiempo, y nadie tendrá memoria de nuestras obras, y pasará nuestra vida como rastro de nube, y se disipará como niebla herida por los rayos del sol que a su calor se desvanece. Pues el paso de una sombra es nuestra vida, y sin retorno es nuestro fin, porque se pone el sello y ya no hay quien salga.
Venid pues y gocemos de los bienes presentes, démonos prisa a disfrutar de todos en nuestra juventud. Hartémonos de ricos generosos vinos, y no se nos escape ninguna flor primaveral. Coronémonos de rosas antes de que se marchiten, no haya prado que no huelle nuestra voluptuosidad. Ninguna de nosotros falte a nuestras orgías, quede por doquier rastro de nuestras liviandades, porque ésta es nuestra porción y nuestra suerte.»

Luis Buñuel se refiere a este pasaje como uno de los más bellos de la Biblia, muy por encima incluso del Cantar de los cantares.
Seamos pues conscientes de lo efímero de nuestra existencia y disfrutemos de cada segundo de nuestra vida como si fuese el ultimo, porque siempre falta lo mismo para morir: un instante. Cuando llegue ese momento que estemos preparados y satisfechos de la vida que hemos elegido vivir, porque no hemos elegido vivir pero si podemos elegir la forma en la que vivimos.
Que disfrutéis del día, al menos, tanto como yo pienso hacerlo.