Ética y empresa.
Creo que una buena actuación ética es, al mismo tiempo, una buena actuación profesional. La ética descubre en los hombres algo de más valor que la simple actuación profesional.
La ética empresarial es una exigencia de la persona, cualquiera que sea su trabajo. La ética empresarial supone que sus principios son los mismos que los de la moral general. Si genuinamente se mantiene una preocupación por los empleados (calidad y ambiente, remuneración, sentido de familia, incentivos, seguridad) proporcionándoles "dignidad y respeto", el trabajador estará feliz y motivado para producir calidad. Este estado de ánimo, sentido de felicidad, es en sí una cuestión ética. En muchas empresas inmersas en la competitividad y falta de tiempo para todo, los trabajadores son el "recurso humano". Esto puede al menos interpretarse como sujetos que no son personas sino recursos (con todas las implicaciones éticas que esto conlleve). Estos recursos son atractivos en la medida que cumplan con juventud, dedicación, resultados, identificación con la empresa, esfuerzo que vaya más allá de la estricta responsabilidad, ser capaz de trabajar en equipo, ser agradables, saber de informática y dominar varios idiomas... y, mejor aún, si su costo es "bajo". Una vez que este recurso se ha desgastado --y luego de haber entregado la vida a la empresa (sin olvidar que la familia también vive este proceso)--, puede ser fríamente reemplazado por otro recurso, que sepa de informática, de bajo precio, etc., etc. Este es el comportamiento de las empresas hacia los recursos humanos (personas con familias que dependen de ellos, aspiraciones, necesidades, sentido de dignidad, sueños de justicia) en la mayoría de las empresas que interactúan en un ambiente de competencia y, sin embargo, existen empresas que no dudan en mencionar que las personas son uno de sus principales activos. La ética empresarial, como tal, significa actuar en un ambiente que no sólo procura el más alto respeto y dignidad de sus empleados (personas y nunca recurso), sino que procura que la empresa se presente frente a la sociedad de manera honrada, veraz y honesta, procurando el bien social.
La ética empresarial es una exigencia de la persona, cualquiera que sea su trabajo. La ética empresarial supone que sus principios son los mismos que los de la moral general. Si genuinamente se mantiene una preocupación por los empleados (calidad y ambiente, remuneración, sentido de familia, incentivos, seguridad) proporcionándoles "dignidad y respeto", el trabajador estará feliz y motivado para producir calidad. Este estado de ánimo, sentido de felicidad, es en sí una cuestión ética. En muchas empresas inmersas en la competitividad y falta de tiempo para todo, los trabajadores son el "recurso humano". Esto puede al menos interpretarse como sujetos que no son personas sino recursos (con todas las implicaciones éticas que esto conlleve). Estos recursos son atractivos en la medida que cumplan con juventud, dedicación, resultados, identificación con la empresa, esfuerzo que vaya más allá de la estricta responsabilidad, ser capaz de trabajar en equipo, ser agradables, saber de informática y dominar varios idiomas... y, mejor aún, si su costo es "bajo". Una vez que este recurso se ha desgastado --y luego de haber entregado la vida a la empresa (sin olvidar que la familia también vive este proceso)--, puede ser fríamente reemplazado por otro recurso, que sepa de informática, de bajo precio, etc., etc. Este es el comportamiento de las empresas hacia los recursos humanos (personas con familias que dependen de ellos, aspiraciones, necesidades, sentido de dignidad, sueños de justicia) en la mayoría de las empresas que interactúan en un ambiente de competencia y, sin embargo, existen empresas que no dudan en mencionar que las personas son uno de sus principales activos. La ética empresarial, como tal, significa actuar en un ambiente que no sólo procura el más alto respeto y dignidad de sus empleados (personas y nunca recurso), sino que procura que la empresa se presente frente a la sociedad de manera honrada, veraz y honesta, procurando el bien social.
4 comentarios
ángel caido -
(aún así no en todos los casos), una descripción actual de algunas situaciones
laborales, organizativas y empresariales. Sin embargo, resulta dudosamente ético
que sea alcanzable ningún bien a través o mediante la destrucción del otro. Tal
es el sentido del imperativo categórico en el comportamiento ético señalado por
Kant para la ética en cualquier comportamiento:
"Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona, como en la persona
de cualquier otro, siempre como un fin en sí mismo, y nunca meramente como un medio".
mlorente -
acciones y finalmente empleados?
Yo pienso que robamos la vida de las personas si les ocultamos información
para que puedan plantear su futuro.
No se puede justificar todos los actos por la supervivencia de una empresa.
Ejemplo ilustrativo: ¿Quién vota a favor de la invasión de Irak?. Total ha sido para librarnos del mal y beneficiar
a una cultura superior?,
¿Es buena la moral?, ¿O no queremos saber dónde esta el bien y mal?
Si no tenemos una ética en el comportamiento humano, difícil es imaginar el trasladarla al ámbito de la empresa. No creo que se genere mucha confianza en los clientes y accionistas.
¿Es buena la moral?, ¿O no queremos saber donde esta el bien y mal?
Mordax -
¿Cuál es la cultura más ética en la empresa?: La utilitaria: la que busca el bien para el mayor número de personas (clientes, accionistas...)
La cultura de la justicia: la que da un trato justo e imparcial a las personas igual a todas las personas sin considerar sus diferencias.
¿Qué es más importante para una empresa: perder un cliente que puede dañar la cuenta de resultados y ocasionar a la larga una reducción de plantilla considerable, o cuestionar la continuidad del negocio, o despedir a un par de personas para continuar con el cliente?.
¿La ética de los derechos morales y fundamentales está por encima de la supervivencia de la empresa, y por tanto de los derechos de todos sus integrantes?
Mario -
Hoy soy el dueño del mundo, aunque no pueda controlar ni mis impulsos
No hay mejor ejemplo que ver la evolución de muchas empresas, que en principio se mueven por unos ideales, que poco a poco se van olvidando. Al olvidarse de esos ideales renuncian a su existencia, ya que renuncian de si mismo.