Esclavos del tiempo
Hace algún tiempo leí que si repites una acción durante veintiún días se convierte en un hábito y, como tal, se realiza sin esfuerzo. Pues bueno, ya sólo faltan veinte para comprobar si el hábito de escribir todos los días en la bitácora se consolida, ya os contaré el resultado.
Esta mañana me he levantado con la ilusión de escribir algo en mi diario. La realidad se ha encargado de retrasar ese momento. El tiempo, siempre el tiempo. Esclavos del tiempo. Creo que el que no se hace dueño de su tiempo se convierte en su esclavo. Es difícil ser dueño de tu tiempo, pero es cuestión de proponérselo y desearlo con fuerza. Una de las frases que últimamente repito es «cuidado con lo que deseas»; cuidado porque acaba por realizarse y quizá cuando llegue ese momento caigamos en la cuenta de que no estamos preparados para hacernos responsables de nuestros deseos.
Bueno que ustedes lo deseen bien y a ti bitácora, hasta mañana, que pases una buena tarde y que navegues todo lo que desees.
Esta mañana me he levantado con la ilusión de escribir algo en mi diario. La realidad se ha encargado de retrasar ese momento. El tiempo, siempre el tiempo. Esclavos del tiempo. Creo que el que no se hace dueño de su tiempo se convierte en su esclavo. Es difícil ser dueño de tu tiempo, pero es cuestión de proponérselo y desearlo con fuerza. Una de las frases que últimamente repito es «cuidado con lo que deseas»; cuidado porque acaba por realizarse y quizá cuando llegue ese momento caigamos en la cuenta de que no estamos preparados para hacernos responsables de nuestros deseos.
Bueno que ustedes lo deseen bien y a ti bitácora, hasta mañana, que pases una buena tarde y que navegues todo lo que desees.
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